Las discusiones con los hijos debido al tiempo que pasan detrás de un control y una consola de videojuegos es el pan de cada día en los hogares, no solo por la dificultad para manejarlo, sino porque normalmente este tema termina en llantos y berrinches.

Existen datos preocupantes acerca del uso excesivo de videojuegos, que indican que se encuentra asociado a comportamientos violentos y dificultades en la capacidad de atención, por ello te facilitamos una serie de estrategias que puedes emplear para regular la cantidad de tiempo que tu hijo le dedica:

Habla con él o ella sobre la importancia de realizar otras actividades y cumplir responsabilidades: Por más extraño que parezca el dialogo y el escuchar te permite influenciar mejor en lo que hace tu hijo.

Establece un horario y reglas: Los límites y reglas para el uso de los videojuegos facilita mucho la regulación y además clarifica las consecuencias de no cumplir con lo establecido.

Clarifícale las consecuencias de sus actos: De no cumplir con el horario establecido, dale una advertencia sobre lo que sucederá si sigue jugando. Por ejemplo: “que le quitaras su videojuego favorito, que no podrá jugar al día siguiente o durante lo que resta de la semana”.

Se firme al aplicar la consecuencia: No te retractes por más berrinche que haga, eso puede ser contraproducente y agravar la situación.

Dale otras alternativas: Lleva a tu hijo a jugar con sus amigos al parque u otro lado que a él le guste. Esta actividad competirá con el estar mucho tiempo frente a la consola de videojuegos.

Juega con él o ella: Comparte un tiempo de juego, de esta forma conocerás más como se relaciona y comporta mientras juega, eso te dará una idea de que tan grave se encuentra el problema. Por ejemplo: “Puede ser muy competitivo, pudiendo llegar a ser violento cuando pierde”.

Fíjate bien en qué tipo de videojuegos le compras: Si son para mayores de edad o tienen contenido violento es mejor no comprarlo ni permitir que lo juegue

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